Mientras Trump, Bolsonaro o VOX siguen negando el cambio climático, la realidad va en dirección contraria a lo que ellos predican. El tiempo no es lo que era y los efectos del cambio climático ya están aquí y han venido para quedarse. La temperatura del planeta ha aumentado, sufrimos más desastres naturales y vivimos periodos más largos de sequia, seguidos por otros de inundaciones. Groenlandia se derrite y el aumento de temporales puede hacer desaparecer nuestras playas.
Contra quienes lo niegan todo y contra quienes no hacen lo que deben, una estudiante sueca de dieciséis años, Greta, se plantó ante el Parlamento de su país y impulsó un nuevo y esperanzador movimiento verde de protesta por el clima: “Viernes por el Futuro” (Fridays for Future). Así inició un gran movimiento joven que conmueve el mundo.
Saben que cuánto más jóvenes sean, incluso quienes todavía no han nacido, más padecerán los efectos y las penurias del calentamiento global y han tomado cartas en el asunto. Cada viernes salen a exigir a los gobernantes de todos los países que hagan los deberes para tener aire limpio que respirar, agua buena para beber, alimentos para comer y para garantizar la continuidad de la vida de las próximas generaciones.
Esa ola verde de juventud también nos pide a nosotros medidas inmediatas contra el cambio climático; piden a los estados, a las naciones, a las regiones y a los ayuntamientos que hagamos los deberes. Esa ola verde y juvenil, el mañana, exige la herencia de un planeta habitable. Se nos alternan los días y noches insoportables de calor con tormentas, rayos y vientos nunca vistas. Estamos en emergencia climática.
Necesitamos más Greta, más acuerdos globales y una nueva Ley de Cambio Climático.
Encarni García Jiménez
Teniente de Alcalde de Medio Ambiente y Sostenibilidad
Artículo publicado en el Boletín Municipal de septiembre de 2019