La solidaritat, com l’anunci del torró torna a casa per Nadal, quan les televisions s’omplen de maratons i gales benèfiques. Són dies en què les persones estan més receptives a la col·laboració i les organitzacions fan un esforç per captar donacions i promoure activitats benèfiques. Està molt bé i és una ajuda, però n’hi ha prou?
Por desgracia cuando se acaban las navidades, para muchos se acaba el tiempo del turrón y de la solidaridad, aunque los reyes no nos traigan mejor sanidad, alquileres más bajo o un nuevo trabajo. Por suerte en Viladecans cuando se trata de ayudar a quien lo necesita siempre es Navidad para no pocas personas anónimas y entidades ciudadanas, como Càritas o Cruz Roja .
Dicen que los tiempos difíciles sacan lo mejor y lo peor de las personas. Sònia, de Cruz Roja i Empar de Càritas me han contado que son muchas las personas -menos de las que se necesitan- que están dando su tiempo y dedicación a echarnos una mano ante el drama del COVID. Ellas como nosotros están preocupadas por lo que estamos viviendo y por lo que tendremos que vivir, pero contentas por la respuesta de la gente en esta época de dificultades. Personas en paro o en Erte, ellas, ellos, se arremangan para ayudar, sumándose así a los voluntarios, empresas y comercios que han cedido tiempo, dedicación y productos para que juntando todas las ayudas, la municipal incluida, podamos contribuir a mejorar el día a día de las familias con más dificultades.
Només així podrem dir Bon Nadal per a tothom.
Encarna García Jiménez, portaveu del grup municipal de Viladecans en Comú.
Publicat a la Revista Viladecans, núm. 277, de desembre de 2020.